Fuente: unsplash/Rajiv Perera
Las empresas familiares son una parte crucial de la economía australiana, incluyendo alrededor del 70% de todas las empresas del país. Estos negocios no solo brindan oportunidades laborales para una parte importante de la fuerza laboral, sino que también contribuyen al crecimiento y desarrollo de las comunidades locales.
Como asesor de empresas familiares, he tenido la oportunidad de trabajar de cerca con muchas empresas familiares; Entiendo los desafíos y oportunidades únicos que enfrentan. Tienen características distintas, como la interacción de la dinámica familiar y las decisiones comerciales, que requieren conocimientos y habilidades especializados para navegar con éxito.
Aquí hay cinco cosas que aprendí durante mi tiempo como asesor de empresas familiares.
1. La valoración de activos y empresas incluye el valor emocional
El valor emocional y el valor monetario son dos formas de evaluar el valor de una empresa; esto debe considerarse aún más cuando se trata de una empresa familiar. Si bien las metodologías de valoración aprendidas en la universidad son importantes, no se trata solo de múltiplos o valores de mercado.
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Muchas veces, cuando un miembro de la familia quiere dejar el negocio, otro miembro de la familia compra su parte. A menudo, esto se hace mediante cálculos para llegar a un número final. Sin embargo, puede darse el caso de que quieran que también consideres el valor emocional, incluso si eso significa que está por debajo del valor de mercado.
Entonces, ¿cuál es la lección? Cuando se trata de la familia, a veces la armonía es más importante que el valor calculado. A veces no intentan maximizar su riqueza a expensas del negocio familiar y sus relaciones.
2. Todo consejo requiere de tu cabeza (y corazón)
Es importante escuchar y entender lo que pregunta la familia. Esto significa tener un corazón abierto porque no solo está brindando asesoramiento comercial: está ayudando a una familia a alcanzar sus objetivos donde los resultados monetarios pueden no ser el único objetivo.
Cuando llegó la pandemia de COVID-19, muchas empresas familiares discutieron cómo su equipo era más que solo sus empleados: conocían a sus hijos y sabían que tenían cuotas escolares e hipotecas que pagar. La discusión rara vez involucraba maximizar sus ganancias; estaba más enfocado en lo que podían hacer para mantener el negocio y asegurarse de que su equipo mantuviera sus trabajos.
Así que, si bien las decisiones en la empresa familiar necesitan de tu cabeza, también necesitan de tu corazón, porque tus empleados suelen ser mucho más que las personas que trabajan en tu empresa.
3. Ninguna familia es perfecta
Sentí durante años que para ser un asesor de empresas familiares, tu propia familia debe ser perfecta, o no estabas en la posición de ser un experto. Pero en mi carrera he aprendido que todo lo que sucede en tu propia familia proporciona experiencias de vida que te pueden ayudar a aconsejar a otros. Le permite aprovechar su propia experiencia y le ayuda a crear relaciones personales con sus clientes.
4. Trae los pañuelos
Las lágrimas se encuentran en muchas reuniones familiares: es familiar, por lo que es personal. A la gente le importa. La gente duele. Cuando se trata de tomar una decisión comercial, ya sea financiera, estructural o algo intermedio, es difícil no mezclar años de recuerdos familiares con esas decisiones. Como asesor de empresas familiares, debe recordar que sus reuniones no son solo de negocios. He experimentado lágrimas de miembros de la familia que se sienten abrumados por varias razones y aquí es donde las habilidades y las relaciones son críticas.
He trabajado con miembros clave de negocios familiares que fallecieron y aquellos que se quedaron con el negocio sintiéndose perdidos y angustiados. También he visto familias aceptar que sus hijos no trabajan bien juntos, lo que genera una tensión emocional adicional para los padres que se acercan a la edad de jubilación y desean traspasar el negocio a través de un plan de sucesión.
En mis años de experiencia como asesora de empresas familiares, nunca se puede olvidar que muchas emociones salen a la superficie y es fundamental saber navegar.
5. La experiencia aporta valor
Como asesores de empresas familiares, aportamos experiencia y saber hacer para que las empresas familiares puedan tomar decisiones informadas sin olvidar el valor emocional.
- Somos independientes.
- Podemos facilitar conversaciones que normalmente son muy emotivas.
- Podemos escuchar y no llevar las emociones unidas.
- Podemos fortalecer a los miembros de la familia.
Es de gran valor que las familias tengan un facilitador independiente con experiencia, ya que responsabiliza a todos, establece una agenda y ayuda a facilitar la conversación para garantizar que todos sean escuchados y que los sentimientos se moderen pero nunca se olviden.
Ultimas palabras
A veces, en un mundo corporativo, las emociones y los negocios luchan por coexistir, pero en una empresa familiar, siempre están presentes. Como asesor de empresas familiares, mi función es proporcionar las habilidades y el apoyo necesarios en cada interacción con los clientes.
Como contador público con más de 15 años trabajando junto a empresas familiares, he aprendido que cada una requiere un enfoque único para sus problemas. El valor emocional, escuchar a su corazón, la autoconciencia y la comprensión de las emociones y la experiencia son claves para ser un consejero exitoso.
Kirsten Taylor-Martin es socia y directora nacional de consultoría de empresas familiares en Grant Thornton.