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El divorcio puede ser un tema complejo, particularmente en situaciones de alto conflicto. Sin embargo, con conocimiento y apoyo, se pueden establecer relaciones sanas de crianza compartida. Dos marcos efectivos para la crianza compartida después del divorcio son las tres etapas de la crianza compartida y los modelos basados ​​en la fortaleza. Estos patrones brindan estructura y pautas para establecer límites, promover el bienestar emocional y facilitar la comunicación entre los ex cónyuges. Siguiendo estos modelos, incluso las familias con conflictos previos pueden aprender a trabajar juntas, cuidar de sí mismas y de sus hijos. El uso de un modelo de paternidad compartida proporciona una forma de navegar por las complejidades del divorcio. También ayuda a los padres a establecer una base para una paternidad compartida exitosa.

Modelos de crianza compartida

Las tres etapas de la crianza compartida

La teoría de las tres etapas de Kiefer & Kaufman Kantor, un modelo sólido que caracteriza las distintas etapas de la paternidad compartida después del divorcio, sirve como base de las teorías modernas y se menciona en muchos libros:

Las tres etapas:

1. La separación temporal de las necesidades y objetivos individuales se expresa con respeto mutuo.

2. La integración/cooperación de los padres implica la colaboración en las decisiones de crianza.

3. La crianza compartida consolidada promueve un entendimiento pacífico, respetando las obligaciones legales y los límites personales.

Modelo de crianza compartida basado en la fortaleza

El modelo de crianza compartida basado en fortalezas, desarrollado por Ronald Richardson en los años 80, es ampliamente utilizado en los programas de crianza de los hijos en la actualidad con un concepto centrado en el niño.

El modelo favorece:

1. Comunicación abierta y diálogo entre ambos padres.

2. Reconocer las fortalezas individuales y utilizarlas como base para fomentar la cooperación.

3. Recuerde a ambos padres que el bienestar de su hijo es primordial y que los desacuerdos se manejan de manera constructiva.

4. Promover actividades familiares, como asistir a conferencias de padres y maestros o celebrar hitos.

5. Fomentar los valores, el respeto y el compromiso, independientemente de las diferencias de opinión.

6. Enfatice la resolución constructiva de conflictos.

La comunicación es clave

Mantener una comunicación saludable y efectiva con su expareja es crucial para construir una relación positiva de crianza compartida después del divorcio. Al mantener las líneas de comunicación abiertas y positivas, los padres pueden priorizar el bienestar de sus hijos y trabajar juntos de manera más eficaz. La comunicación regular también puede ayudar a reducir los conflictos entre los padres, lo que lleva a resultados más positivos para todos los involucrados. Si tiene problemas para comunicarse con su expareja, recuerde que es un paso necesario para construir una relación de crianza compartida exitosa en beneficio de sus hijos.

Priorizar el autocuidado

Durante tiempos estresantes relacionados con los arreglos de custodia, el cuidado personal es crucial. Para las personas que se han divorciado, se recomienda encarecidamente prestar atención a las necesidades de cuidado personal y cumplir con las obligaciones de los padres. Además, para mantener la estabilidad emocional al lidiar con situaciones complicadas posteriores a la separación con exparejas, participar en actividades fuera de la paternidad, por ejemplo, encontrar alegría en actividades sencillas, conectarse con amigos, unirse a grupos de apoyo y buscar consejo, también puede ser beneficioso Recuerde, el cuidado personal es una prioridad cuando se trata de cuestiones de custodia y posteriores al divorcio.

Establecimiento de límites

Establecer límites específicos es vital para construir alianzas exitosas de paternidad compartida después del divorcio, especialmente en escenarios de alto conflicto. Además, permite el crecimiento de un ambiente donde ambas partes pueden criar a sus hijos sin contratiempos, incluso después de experimentar cambios significativos.

Consejos para establecer límites

  1. Comuníquese claramente: después del divorcio, la comunicación clara es fundamental. Establecer límites requiere una comunicación abierta y honesta. Recuerde que la claridad es vital y los malentendidos pueden generar conflictos.
  2. Separe sus emociones: la paternidad compartida en relaciones de alto conflicto es un desafío, y quedar atrapado en sus emociones es fácil. Es más fácil establecer límites efectivos cuando eres objetivo.
  3. Practique la comunicación asertiva: La asertividad es esencial para establecer límites en las relaciones de crianza compartida después del divorcio. El uso de declaraciones en primera persona que indiquen claramente lo que aceptará y lo que no aceptará puede ayudarlo a comunicarse de manera efectiva.
  4. Sea consistente: la consistencia es crítica cuando se trata de límites. Sea claro acerca de lo que quiere y lo que no tolera, y manténgase dentro de sus límites, incluso en situaciones difíciles.
  5. Cuídese: establecer límites puede ser emocionalmente agotador. Por lo tanto, es crucial cuidarse durante el proceso. Recuerda priorizar el autocuidado.
  6. Ten en cuenta las necesidades de los niños: Recuerda que tus hijos son una prioridad. Entonces, al establecer límites, considere lo que es mejor para ellos.
  7. Busque apoyo: la consejería, los grupos de apoyo y el apoyo legal son necesarios cuando se trata de divorcios complejos.

Conclusiones

El divorcio es un tema complejo, especialmente en casos de alto conflicto, y puede ser un desafío para navegar. Para promover una relación de crianza compartida constructiva y priorizar el bienestar emocional de padres e hijos, es crucial establecer límites, promover el bienestar emocional y facilitar la comunicación. Usando un modelo sólido e investigado, los padres pueden aprender habilidades prácticas de comunicación, mejorar la colaboración y seguir un camino claro para navegar el proceso de divorcio. En general, priorizar el cuidado personal es esencial durante este momento difícil.

La crianza compartida exitosa después del divorcio requiere una comunicación abierta y honesta, priorizando el cuidado personal, estableciendo límites saludables y poniendo las necesidades de los niños en primer lugar. Al enfrentar los desafíos de la paternidad compartida después del divorcio, se recomienda enfáticamente buscar el apoyo de consejería, grupos de apoyo y vías legales. Al seguir estos pasos esenciales, los padres pueden navegar el proceso de crianza compartida de manera más efectiva y priorizar el bienestar de ellos mismos y de sus hijos.

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