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Durante la mayor parte de su historia, la psicología se ha centrado principalmente en el estudio y tratamiento de los trastornos psicológicos. Sin embargo, ha habido un cambio hacia la psicología positiva en los últimos años, enfatizando la importancia de comprender y promover el bienestar en lugar de simplemente tratar la patología.
Como padres, es fundamental comprender cómo la psicología positiva puede ayudar a mejorar la calidad de vida de nuestros hijos y lograr una mayor felicidad mediante la práctica de métodos simples como la gratitud, el desarrollo de relaciones positivas y la participación en actividades significativas. Al centrarse en las emociones positivas, las fortalezas y las virtudes, la psicología positiva puede mejorar la vida de las personas y las comunidades, incluidas las familias.
Breve historia de la psicología positiva
La psicología positiva surgió a fines de la década de 1990 como respuesta al énfasis dominante en la psicología sobre los aspectos negativos de las experiencias humanas, como las enfermedades mentales y los traumas. Martin Seligman y Mihaly Csikszentmihalyi, los fundadores de la psicología positiva, creían que la psicología debería enfatizar la comprensión y el cultivo de los aspectos positivos de las experiencias humanas, como la felicidad, el bienestar y la resiliencia, especialmente en los padres. Postularon que al estudiar y promover estos aspectos positivos, los psicólogos podrían ayudar a las personas y las familias a prosperar en lugar de solo ayudarlos a sobrellevar las experiencias negativas. Desde entonces, la psicología positiva se ha convertido en un subcampo ampliamente reconocido, con investigaciones que se centran en la gratitud, las emociones positivas, el optimismo y la resiliencia, todos los cuales tienen implicaciones significativas para las prácticas de crianza.
¿Por qué los padres deberían utilizar la psicología positiva?
No es raro que los padres caigan inadvertidamente en prácticas de crianza negativas, a menudo debido al estrés, la falta de orientación o simplemente repitiendo los patrones que experimentaron en su crianza. Estas prácticas dañinas pueden incluir críticas excesivas, sobreprotección o un enfoque en el logro a expensas del bienestar emocional. Sin embargo, adoptar los principios de la psicología positiva puede ayudar a los padres a liberarse de estos patrones y adoptar un enfoque más constructivo para criar a sus hijos. Al integrar conscientemente la gratitud, la atención plena, el optimismo y una mentalidad de crecimiento en su estilo de crianza, los padres pueden crear un entorno enriquecedor que fomente la resiliencia y la felicidad en sus hijos. Este cambio de enfoque puede permitir que los niños desarrollen relaciones saludables, acepten desafíos y cultiven un fuerte sentido de autoestima, contribuyendo en última instancia a su bienestar general y sentando las bases para una vida plena.
Investigaciones recientes respaldan la integración de los principios de la psicología positiva en las prácticas de crianza, lo que demuestra que dicho enfoque puede brindar beneficios significativos para los padres y los niños. Un estudio de Waters et al. (2019) encontraron que los padres que implementaron un enfoque basado en las fortalezas, centrándose en las fortalezas y talentos de sus hijos, reportaron mejores relaciones entre padres e hijos, aumentaron el bienestar de los niños y redujeron el estrés de los padres.
Otra investigación reveló que los padres que practicaban la autocompasión y la consideración reportaron niveles más bajos de estrés de crianza y niveles más altos de satisfacción en sus roles de crianza. Además, sus hijos mostraron un mejor ajuste psicológico y menos problemas de comportamiento. Al adoptar la autocompasión y la conciencia, los padres pueden cultivar un enfoque de crianza más solidario y empático, lo que en última instancia beneficia el bienestar emocional y la resiliencia de sus hijos.
Haimovitz y Dweck (2016) encontraron que las opiniones de los padres sobre el fracaso influyeron significativamente en el desarrollo de una mentalidad fija o de crecimiento de sus hijos. Cuando los padres enfatizaron el aprendizaje y el desarrollo personal sobre el desempeño, sus hijos experimentaron niveles más altos de bienestar psicológico, motivación y éxito académico. Esta investigación respalda la importancia de adoptar una mentalidad de crecimiento en las prácticas de crianza y destaca sus beneficios en el desarrollo emocional y académico de los niños.
Estos hallazgos destacan la importancia de incorporar los principios de la psicología positiva en las prácticas de crianza. Al hacerlo, los padres pueden crear un entorno enriquecedor que promueva la resiliencia, la felicidad y el bienestar general de sus hijos, ayudándolos a construir una base sólida para una vida plena.
10 principios de psicología positiva que pueden guiar a tus padres
- La gratitud es crucial para la felicidad: Anime a sus hijos a practicar la gratitud regularmente. Esto les ayudará a estar más satisfechos con su vida y experimentar menos emociones negativas. Expresar gratitud como familia puede mejorar la salud física y fortalecer las relaciones.
- La atención plena reduce el estrés: Enseñe a sus hijos la meditación de atención plena para reducir la ansiedad, la depresión y el estrés. La atención plena mejora la función inmunológica, mejora la regulación emocional y aumenta la resiliencia.
- Las relaciones importan: Fomente una fuerte conexión social para sus hijos y en su familia. El apoyo social es fundamental para la salud mental y física. Una fuerte conexión emocional en la familia puede amortiguar los efectos adversos del estrés.
- Los actos de bondad aumentan el bienestar: Anime a sus hijos a hacer actos de bondad por los demás. Esto puede aumentar la felicidad y el bienestar tanto para el donante como para el receptor.
- El optimismo mejora los resultados: Enseñe a sus hijos a ser optimistas, ya que los optimistas tienen mejores resultados de salud física, mayor resiliencia en la adversidad y mejores habilidades de afrontamiento que los pesimistas. También tienen un menor riesgo de mortalidad.
- Cultivar las fuerzas conduce al éxito: Ayude a sus hijos a identificar y enfocarse en sus fortalezas. Esto puede conducir a un tremendo éxito y satisfacción en la vida. El uso de sus puntos fuertes característicos de maneras nuevas y diferentes puede conducir a una mayor felicidad y a una disminución de los síntomas de la depresión.
- El flujo conduce a la felicidad.: Anime a sus hijos a participar en actividades que desafíen sus habilidades y proporcionen una sensación de dominio, lo que conduce a experiencias fluidas. Las personas con más experiencias de flujo reportan una mayor satisfacción con la vida.
- Saborear experiencias positivas aumenta el bienestar: Enseñe a sus hijos a saborear y apreciar las experiencias positivas, grandes o pequeñas. Las personas que disfrutan de experiencias positivas reportan una mayor satisfacción con la vida y menos síntomas depresivos que aquellas que no las disfrutan.
- Una mentalidad de crecimiento promueve el aprendizaje: Anime a sus hijos a adoptar una mentalidad de crecimiento, donde los desafíos se ven como oportunidades para aprender y crecer. Esto puede conducir a más éxito y éxito.
- Conectarse a algo más significativo puede traer un propósito: Ayude a sus hijos a encontrar un sentido de propósito y conexión con algo más grande que ellos, como una causa o una comunidad. Esto puede conducir a una mayor satisfacción con la vida y el bienestar.
Toma por ejemplo
La psicología positiva ofrece información valiosa y métodos prácticos para fortalecer nuestro enfoque de crianza y ayudar a construir familias fuertes, resilientes y felices. Como dijo perspicazmente el Dalai Lama: “La felicidad no es algo listo. Viene de tus acciones”. Podemos capacitar a nuestros hijos para enfrentar los desafíos de la vida con confianza y resiliencia fomentando la gratitud, la atención plena, el optimismo y una mentalidad de crecimiento. Además, al promover relaciones sólidas, actos de bondad y encontrar un sentido de propósito, podemos inculcar un sentido de pertenencia y conexión en nuestros hijos, contribuyendo a su bienestar general. Como padres, tomamos en serio estos principios y lideramos con el ejemplo, creando un ambiente positivo y enriquecedor donde nuestros hijos pueden prosperar y nuestros lazos familiares pueden fortalecerse.